El estado de flow en el trabajo no es otra cosa que un estado de gracia en el que te sientes infinitamente productivo y creativo. El término estado de flow o de flujo psicológico fue acuñado en los años 90 por Mihály Csíkszentmihályi y es uno de los pilares de la psicología positiva.
“El flujo o estado de flow es un estado subjetivo que las personas experimentan cuando están completamente involucradas en algo hasta el extremo de olvidarse del tiempo, la fatiga y de todo lo demás, excepto de la actividad en sí misma”, explica Csíkszentmihályi.
En otras palabras, es cuando al realizar una tarea te sientes bien y liberado, pues estás inmerso en una actividad que estimula tus pasiones, curiosidades, intereses y sentidos. Además, pierdes la noción del tiempo y se produce un estado de creatividad y productividad muy elevado.
¿Cómo alcanzar un estado de flow en el trabajo? Sigue estos consejos para lograrlo:
Disfruta de tu trabajo
El estado de flujo se da de manera natural a partir de una motivación intrínseca. Es decir, de una actividad que te produce satisfacción por el simple hecho de hacerla, sin pensar en recompensas o reconocimientos. Asimismo, las investigaciones demuestran que no importa tanto el qué se hace, sino el cómo se hace. Busca diferentes maneras de hacer las cosas que más te cuestan, hasta que encuentres una forma que te lleve al círculo virtuoso del flow.
Equilibra dificultades y destrezas
Es importante que los retos no superen tus habilidades, ya que de lo contrario te provocarán ansiedad. También ocurre a la inversa: si tus habilidades son muy superiores a los retos, te aburrirás. Pero cuando los desafíos son proporcionales a tus habilidades, tu conciencia entra en flujo y te sumerges en ese estado de conciencia especial en el cual las horas pasan volando.
Evita las distracciones y mantén la atención
Para la mayoría trabajar en un lugar tranquilo es mejor para inducir el estado de flow, puesto que se puede disfrutar del momento en toda su totalidad. Las interrupciones continuas no favorecen a tu estado de fluidez porque no te permiten concentrarte. El primer paso es identificar en qué momento del día eres más productivo (por la mañana, tarde o noche) y propiciar momentos sin interrupciones.
Una vez hayas dilucidado estos puntos, intenta mantener la atención por la mayor cantidad de tiempo posible. Es posible que si practicas una actividad por primera vez no estés mucho tiempo concentrado, no te preocupes ya que a medida que te vayas dominando la actividad podrás prolongar tus horas de trabajo.
Por otro lado, debes prestar atención a las necesidades fisiológicas porque interfieren en tu nivel de atención. Cubre estas necesidades para favorecer el estado de flow.
Crea un método de trabajo personal
Cuando de procesos creativos se trata, muchas veces es difícil superar el síndrome de la página en blanco. Por ello, es importante crear un método de trabajo personal que te permita tener la disciplina imprescindible para avanzar y encontrar formas más sencillas de abordar la actividad a realizar.
Si no sabes cómo crear un método personal, tal vez puedas revisar La guía definitiva de los métodos de productividad personal y adoptar uno de sus métodos o adaptarlos a ti.
Vive en el presente
Para experimentar un estado de fluidez es necesario estar en el presente. Centra toda tu atención en lo que estás haciendo en ese momento, sin dejar que tu mente se traslade al pasado o al futuro. Es en ese momento presente en el cual podrás propiciar experiencias de micro-flow (que puedes detonar realizando actividades en un margen de tiempo corto) a lo largo del día, aun cuando cambies de una tarea a otra.
Administra tu energía
Pregúntate qué aporta cada actividad a la totalidad del proyecto en mente. Ahora céntrate en las actividades que son importantes para tu misión y reduce al máximo las que no aporten nada. No desperdicies energía y tiempo en tareas innecesarias. También, procura descansar para regresar al trabajo despejado y con la capacidad para concentrarte de nuevo.
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