¡Hola!
¿Te ha sorprendido el título del post de hoy? No soy nutricionista pero es un tema que descubrí hace unos años y me fascina. Hoy quiero compartir contigo algunos conocimientos al respecto.
Alguna vez habrás experimentado que según la emoción que sientas en un momento determinado tu alimentación se ve afectada. Por ejemplo, si estás nervioso puede que se te cierre el estómago y no te entre nada o que al contrario, te dé por comer. Otro ejemplo sería preferir “comida basura” cuando llevas cansancio acumulado. Estos serían ejemplos de cómo las emociones afectan a la alimentación. Lo mismo sucede al revés y es algo menos conocido, es decir, aquello que comemos afecta a nuestras emociones y al fin y al cabo a nuestra felicidad o infelicidad.
Drew Ramsey, co-autor del libro The Happiness Diet (Rodale, 2011) y psiquiatra, nos explica que nutrientes necesitamos para incidir de forma positiva en nuestro estado emocional. A continuación sus propuestas:
Ácidos grasos omega 3
Pescados azules (atún, salmón) son alimentos con gran concentración de estos ácidos grasos y tienen un impacto muy positivo en nuestro estado de ánimo.
Triptófano
Es un aminoácido esencial que sirve para controlar la ansiedad, el estrés y previene el insomnio. Es un nutriente abundante en los huevos, la leche, los cereales integrales, los dátiles, los garbanzos, los frutos secos y los plátanos.
Teobromina
Se encuentra en el cacao y el guaraná. Es un estimulante del sistema nervioso central. El consumo de estos alimentos provoca un efecto inmediato sobre nuestro estado emocional.
Fenilalanina
Uno de los 10 aminoácidos esenciales en el ser humano, sin los cuáles no podemos vivir. Tiene un claro efecto antidepresivo y ayuda a incrementar los niveles de endorfinas, lo que nos da sensación de bienestar.
Se encuentra en alimentos ricos en proteínas, tanto de origen animal, como la carne, el pescado, los huevos y los productos lácteos; como de origen vegetal: espárragos, garbanzos, lentejas, cacahuetes…
Vitaminas B y C
Imprescindibles para nuestro bienestar emocional y físico. La falta de estas vitaminas provoca cansancio y debilidad. Las vitaminas B1 y B6 tienen un papel muy importante en el buen funcionamiento del sistema nervioso. El ácido fólico (B9) también es muy importante ya que una carencia se vincula a mayor propensión para desarrollar depresión.
La vitamina B se encuentra en las proteínas de origen animal y vegetal: carne, pescado, huevos, lácteos, levadura de cerveza, germen de trigo… El ácido fólico se encuentra en las verduras de hoja verde y las legumbres. La vitamina C se encuentra vegetales y frutas (los de mayor concentración son el pimiento, el perejil, el kiwi, el brócoli y los cítricos).
Hidratos de carbono
Sin abusar pero tienen que estar presentes también en la dieta. Te dan vitalidad muy rápido y contienen varios azúcares que se liberan durante la digestión.
¡Espero que esta información te sea útil! No se trata de obsesionarse pero sí de hacer un análisis de tu alimentación a día de hoy y modificar tus hábitos si estás tomando excesivos azúcares, alimentos procesados y grasas saturadas ya que esto impacta negativamente en tu salud (enfermedades, falta de energía, estado emocional inestable…).
Te propongo que este fin de semana vayas al mercado a comprar productos frescos y productos de la lista y que hagas la prueba de cambiar tus hábitos durante dos semanas para ver cómo te sientes.
¡Feliz día!
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