Al entrar en una empresa es fácil identificar a los empleados exitosos. Siempre destacan porque sacan provecho de sus virtudes en su empleo, lo cual rinde sus frutos. Es por ello que aprender a explotar tus talentos en el trabajo es tan importante.
Aquí unos datos: Según una encuesta de Gallup, empresa estadounidense de consultoría de gestión del rendimiento, este grupo de colaboradores exitosos compone tan solo entre 15% y 20% de los empleados de una organización; mientras que 60% de los trabajadores simplemente se limitan a cumplir con sus deberes. ¿A qué grupo prefieres pertenecer?
El problema es que no conoces tus talentos
Antes de continuar, definamos lo que se entiende por talento: Una cualidad que se tiene desde la niñez y que en la etapa adulta se puede aprovechar o anular. Pregúntate cuáles son las actividades que siempre se te han facilitado, como hacer cuentas, memorizar datos, escribir, hablar en público, entre otras. Esas son las capacidades que deberías aprender a aprovechar.
La verdad es que si no conoces tus talentos, no estás solo. Varias investigaciones de la empresa señalan que la mayoría de los empleados pueden tener un título y especialidad, mas no identifican sus talentos.
Para Gallup, el talento es un patrón recurrente de pensamiento, sentimiento y comportamiento que se puede trabajar para obtener resultados positivos en forma permanente. Como ejemplo, destaca el hecho de que una compañía que contrata y ubica a su personal según sus capacidades, incrementa sus ventas un 40% y casi un 70% el desempeño del personal.
¿Cómo explotar mis talentos en el trabajo?
Por medio de diversos análisis, el Instituto Gallup estableció 34 talentos que podemos tener las personas en mayor o menor medida, algunos de estos son: autoconfianza, ser analítico, saber comunicar, hacer conexión con las personas, ser emprendedor, estratégico, estudioso, flexible, saber mandar, responsabilidad y orden.
Para saber cuál de ellos es el tuyo, hay varias maneras de descubrirlo. Como primer paso es esencial realizarte algunas preguntas:
- ¿Identifico bien mis éxitos y fracasos? Menciona algunos de ellos, fíjate si resaltas los primeros y olvidas los últimos, o los tomas por igual.
- ¿Cuáles son mis puntos débiles y fuertes?
- ¿Tengo sentido del humor?
- ¿Soy optimista o pesimista?
- ¿Qué me produce ansiedad?
- ¿Trabajo bien bajo presión?
- ¿Cuáles son mis pasiones? ¿Son las mismas de cuando era pequeño?
Al reflexionar sobre estos puntos comenzarás a identificar aquello para lo que eres bueno, de forma que emprendas el camino de convertirlo en una fortaleza, al practicarlo y repetirlo todos los días. Mientras más entrenamiento tengas, mejor serás.
Recuerda, cuando una persona se da cuenta de sus talentos rinde mucho más, porque busca el trabajo y el ambiente donde se siente a gusto y puede dar lo mejor de sí.
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