¿Alguna vez te has tenido que preguntar cómo gestionar empleados tóxicos? Si nunca te ha pasado, estás de suerte. No solo por la tranquilidad mental que les brinda a ti y a tu equipo de colaboradores el no tener que preocuparse por un trabajador así, sino también por los ahorros en las finanzas de la empresa.

De acuerdo con el estudio “Los empleados tóxicos en el lugar de trabajo”, realizado por Cornerstone OnDemand, contratar a un trabajador “tóxico” es tres veces más caro que uno que no lo es: en promedio se gastan 12,800 dólares frente a 4,000 dólares.

Entre otros datos, resalta el hecho que los “buenos” empleados tienen más probabilidades de renunciar si conviven con un empleado tóxico (54%) y que el desempeño general disminuye debido a conductas negativas que generan estrés y agotamiento.

Entonces, ¿será mejor despedirlo o retenerlo? Para ayudarte a decidirlo, te decimos algunos otros costos ocultos de tener a un empleado tóxico en la plantilla:

 

  • Percepción de injusticia: una de las principales causas de rotación de personal, ausentismo y bajo rendimiento es la percepción negativa de sentir que la empresa trata a todos por igual, sin importar si hacen las cosas bien o mal. Esto resulta en una merma del rendimiento, ya que no se premia a los mejores ni se penaliza a los nocivos.
  • Daños en la comunicación: existen dos vertientes, en una el trabajador se aísla del resto, mientras que en la otra genera grupos parasitarios. Como es de esperar, ambas situaciones traen como consecuencia rumores, chismes, informaciones falsas y ocultamiento de datos claves entre los empleados y gerencia de la empresa.
  • Sobrecarga de trabajo en los demás: si el encargado de llevar a cabo una actividad no la hace, el abandono supondrá un mayor esfuerzo por parte de sus compañeros o, incluso, del jefe. Después de todo alguien tiene que hacerlo. El problema se traduce en empleados estresados.
  • Posible pérdida de clientes: ¿conoces el impacto que podrían causar en tus clientes los errores, omisiones, desvíos o malas atenciones? No solo aplica a empleados directamente relacionados con atención al público, ya que la incorrecta preparación de un pedido, un error de cálculo en la facturación y la falta de respuesta ante un problema pueden hacer que se pierda un cliente.

Un buen ambiente laboral es la diferencia entre el éxito y el fracaso de un proyecto. Por ello, es necesario identificar y despedir a los empleados tóxicos y, si es posible, impedir su ingreso a la organización con herramientas de gestión del talento.